"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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10-08-2017 |
La vuelta del viejito calandraca y (de nuevo!!!) sus dislates.
Promocionado (hasta este domingo en exclusiva) por el curioso órgano del “renegado” Valenti, -“Montevideo Portal”- el Sr. Julio Marenales, como es su costumbre, se descuelga con ”una joya” de sus reiteradas barbaridades.
Como el vejete de marras es recurrente, en esto de sus truculencias, remitimos a los posibles lectores a un artículo de hace algunos años que titulábamos “Un viejito calandraca y sus manías asesinas” , porque Marenales y sus espectaculares excesos “radicales”, es la continuación de un largo prontuario de deseos no realizados. Como siempre –vieja costumbre acentuada después del 85- Marenales tira la piedra y esconde la mano, a ver si le surge “algún aparcero” que acometa lo que a él -ni ahora ni nunca- le dió el coraje (o las pelotas), para realizar.
Matar gente (“fusilarla” es la expresión) es muy lindo en tanto se trate de los demás y el proponente tenga la cabeza extraviada y no repare en el contexto y las circunstancias. Pero vamos a darle a este viejito calandraca una variable –que capaz la piensa y lo lleva al silencio. ¿Qué tal con aplicar la misma pena que Marenales propone a él mismo y a varios cómplices de él –verbigracia el difunto EFH, el “viejo Pepe”, la “Tronca” Topolansky y otros dilapidadores de recusos ajenos conseguidos bajo el pretexto de “las necesidades de los compañeros expresos”? ¿Qué tal meterlos presos –en su actual ancianidad y sin “prisión VIP- por todos los delitos múltiples y apropiaciones ilegitimas varias que cometieron después de 1985?
A ninguno de sus panegiristas –más de uno refugiado en el semanario “Brecha”- desde el cual le han dedicado “al viejo Julio” páginas, recolectando sus “boutades”, como si se tratara de la ambrosía que usaban los dioses griegos para rejuvenecer a sus héroes mortales. Pero en el caso de Marenales la ambrosía (o el viagra) no dan resultado alguno. Lo que esta muerto, muerto esta, y ….que querés Cipriano!!!
Marenales, además, tiene la 7.65 de la que hace caudal su biógrafo en las memorias mal apañadas que le dedicó, pero tengan los lectores por seguro, que la 7.65 no la usará, ni siquiera para darle un corte rente a su miserable existencia, ponérsela en sien, y tomándese “los olivos” como dios manda. Un “enemigo” (¿o amigo?) del Sr. Marenales el general Barneix acosado por sus viejos crímenes y eventualmente obligado a declarar por sus intervenciones en la “inteligencia militar” tuvo por lo menos el pundonor conservador-militar de pegarse un tiro (y no es el único caso) pero Marenales que acumula declaraciones macarrónicamente desubicadas, no le da el coraje para apretar el gatillo en la boca o en sien, cuando se trata de su caso particular? ¿Qué pasa Marenales, esta realizando la fantástica –y senil- transformación de tupamaro a bocamaro?
A quién quiere “fusilar” esta vez el Sr. Marenales? Pues ni más ni menos que al Sr. Raúl Sendic hijo, del cual –como buen bicho carroñero- aprovecha la bolada para hacer “leña” cuando el hombre esta caído sin remedio y va en camino de ser el “muerto político” más reciente de las innumerables víctimas que “el Frente” y, particularmente, “el nido de víboras” de su cúpula política ha producido.
En el nido de las víboras, haciendo frente, en primera línea, esta el Sr. Danilo Astori , y los pocos secuaces que le van quedando en “Asamblea Uruguay”. Porque fue este auténtico “tiburón político” el que le lanzó a Raúl Sendic Junior, la primera dentellada desde sus colmillos venenosos.
Esforzáte Danilo, que a pesar de todo, tus ambiciones presidenciales no se han de ver colmadas . A vos los que no te quieren son las bases frenteamplistas , que te conocen de sobra la mala leche con las que te empalagás en todos los desayunos, para resurgitarla a lo largo de tus tristes días, destilando heces y las miserias humanas que acostumbrás.
“Montevideo Portal” que es la “careta” del “renegado” Valenti, argentino, que desde joven la iba de “comunista” uruguayo, acompañado siempre de “la patota prepotente” que el Sr. Arismendi, había puesto de laderos para proteger a este cobarde de siete suelas en la vieja UJC, publica las desgraciadas declaraciones del Sr. Marenales, sabiendo como sabe, que las declaraciones son sin sentido, no tienen posibilidad de realizarce, pero el vejete senil de Marenales “se pone en 21” y –de culo al aire- no hay quien no aproveche el regalo para ejecutar el boleo que Marenales, bien se merece.
Valenti “el Tano renegado” con sus viejos odios al MLN-T se presta a la jugada con una sonrisa maquiavélica. Si serás pelotudo, viejo Julio!!!
El tema de esta nota no es, sin embargo, el “Tano renegado”.
Valenti es un leproso político por gracia y obra de su antiguo y bienamado Danilito Astori, que le cortó la soga de la que andaba colgado en los estribores de “Asamblea Uruguay” y lo precipitó al limbo donde se agolpan los indeseables y desprolijos que el bajel de Danilito va dejando a la deriva. El tema es Marenales.
Marenales y su prontuario. Que es largo y frondoso.
Ya hemos señalado –recientemente- que Marenales es el campeón de la pose y del gesto.
Su Sra. Esposa “La Monga”, que es psicóloga, debe conocer y seguramente tiene guardadas y registradas, cientos de estas “poses” o sea las proyecciones con las que Marenales pretende mostrarse frente al espejo. Pretende el viejito calandraca mostrarse como un hombre “fuerte”, “sano”, “decidido” y “emprendedor”.
En los momentos de mayor delirio, se presenta hasta “como un viejo cristiano” y para darle énfasis a sus delirios, utiliza como almohada un ladrillo. Con esta pose apunta a lo que él denomina “austeridad”, cuando en realidad lo que señala es que es un “sectario obtuso”.
Todas estas verdadera “payasadas” con las que Marenales pretende impresionar incautos, las ha realizado en “campamentos” donde pretendía indoctrinar en el arte de convertirse en un imbécil a prueba de razonamientos. Actos “de voluntad” estériles completamente.
Detrás de la imagen que pretende proyectar en el espejo, la realidad es otra.
Marenales no es “firme”, ni “fuerte”, ni “decidido”. Ni siquiera es “emprendedor”.
Dejó –despues del 85- cuando todavía era “figura” -y figura relevante- una verdadera huella de canalladas. Fue de la “patota” que decretó que Raúl Sendic Antonaccio (leáse Don Raul, o “el Bebe”) estaba “loco”. Lo hizo en consonancia con Eleuterio Fernández Huidobro, el “Pepe” Mujica, Jorge “el Tambero” Zabalza y varias decenas de cómplices más. Lo hizo, sabe que hay testigos compañeros ante los cuales pronunció sus juicios, pero nunca ha reconocido aquella vieja canallada ni siquiera en la autobiografía con la que pretendió proyectarse para la posteridad.
Después de aquella hazaña canallesca y cobarde, le dieron el MLN-Marenales como premio consuelo, para satisfación de su ego. El “huevo” lo ponían sus amigos EFH, el “viejo Pepe” y otros desgraciados en el MPP. Devenido, unos años después, en el M-Pepismo.
Y desde allí (el MLN-Marenales) se encargó de abrir “investigaciones” sobre miembros prominentes de la vieja guardia militante. Investigaciones que eran instigadas por alcahuetes y oportunistas a los que Marenales les siguió siempre la corriente, prestándose a su juego, sabiendo que las investigaciones no iban a llegar a puerto alguno y más se parecía a los procesos de la Inquisición y dónde él fungía de Torquemada. En vez de utilizar su prestigio de entonces, en frenar la comedia y la charada y decir claramente, tajantemente, :”Yo no me presto a esta canallada” el “hombre firme” se dobló y se agachó, protagonizando la trágica comedia.
Vamos a dar un ejemplo de la charada: Uno de los “investigados”, en 1989, se presentó a dar el saludo final al viejo líder Raul Sendic Antonaccio en su féretro fúnebre. Realizada la ceremonia se retiraba, cuando, a la carrera, lo alcanzó el actual Ministro del Interior, el “Bicho” Bonomi, para solicitarle en nombre “del viejo Julio” que integrara la “guardia de honor” que custodiaría el cuerpo hasta su entierro. El aludido, no pudo evitar señalarle al actual ministro que era una contradicción que se le comendara “a dedo” y por voluntad “del viejo Julio” para la “guardia de honor” al mismo tiempo que no estaba resuelto el proceso de las “investigaciones” a las que era sometido. Dicho eso con dignidad particular satisfecha, se retiró. Estas payadas contradictorias protagonizaba el hombre “firme”, “decidido” con las que pretende figurar para una supuesta inmortalidad este viejito calandraca.
Pero hay más. Mucho más.
Marenales, fue reclutador de aspirantes a las “tupa-bandas”. A uno de los posibles reclutas que él, personalmente, encaró, le señaló que lo hacia porque él, Marenales, no podía integrar los equipos. El aludido, que había sido miembro de la Dirección y como tal recobró la libertad en el 85, le señaló: “Yo sí, y vos no?”. Este simple diálogo, de brevísimas palabras, encierra en si mismo, múltiples enseñanzas. Mandar a otros “al frente”, designarlos arbitrariamente para tareas de riesgo que pueden resultar en la pérdida de la vida, era una especialidad de la troika que pergeñaron a la muerte de Sendic; Marenales, Eleuterio Fernandez y el “viejo” Pepe.
-“Armense y….vayan” era su úkase. Y se ocultaba la contracara: “Nosotros,…balconeamos” . Si les vá mal: “Joderse,…y tomar quina, es la mejor medicina”.
Ahí tienen los defensores “del viejo Julio” un buen ejemplo de sus poses de “duro”, “convencido”, inquebrantable” de que hace gala. La “imagen” de la que se ufana ante el espejo, es una mentira, una ficción, en realidad es su contra-cara.
Todo esto, es de vieja data. Antes del 85, el personaje “duro”, “voluntarioso” (reclutado por Amodio Perez, por más señas) ya andaba en el negocio de “hacer pose”.
Antes de su caída del 26 o 27 de julio de 1972, era partidario de “resistir con granadas desde las cloacas”, hacía “llorar” a los promotores de la “rendición incondicional” que eran el “ruso” Rosencof y Eleuterio Fernandez como se ha establecido en su biografía (en ese momento debió -en nombre de su legendaria “firmeza”- abrir un juicio sumario y practicar lo que se acostumbra en caso de guerras declaradas con jefes vacilantes, que es radical). En la circunstancia, lo que hoy propone: “Fusilar”, se le quedó en el tintero.
Lo cierto es que Marenales… no lo hizo. Y a los pocos días de su captura estaba para la nueva pose: matar a Amodio Perez, el “traidor” con un ….tintero. Y tan liviano de voluntad, como la veleta, pasar de la intransigencia radical, a las “negociaciones” más canallescas y deshonrosas que se conozca en la historia. Propuso además que “el Bebe” debía caer “en un tiroteo” que, en la circunstancia equivalía a condenarlo a la muerte. Lo cual –cuando le cayó la ficha- muchos años más tarde, en la desgraciadamente célebre “noche triste” Sendic les recriminó a todos los complotados en la diatriba de su “locura”. Vaya el posible lector, sumando elementos al prontuario de canalladas del viejo Julio.
Nuestro “Ariosto furioso” no es sino un formidable cuantamusas, un auténtico fraude, un hombre que adoptó la táctica de la humilde tortuga de los viejos aljibes montevideanos: vivía “al golpe del balde” y para salvarse él, cualquier pose le servía.
Su verdadera divisa fue siempre: “Prefiero ser la cabeza del ratón que la cola del león”.
Y….esclavo de la divisa, a falta de talento particular e ideas, se conformó con mostrar una imagen falsa que no se corresponde con la realidad.
Este es el viejito calandraca, que hace “su vuelta” a través de las generosidades mal intencionadas del “renegado” Valenti.
Anda según las mentas, en los pagos de Salto, a donde se retiró para practicar su oficio de escultor y después de cansarse que en el MPP, nadie le diera pelota. Según nos dicen, en la construcción de un galponcito para esos menesteres, casi se desnuca. Esperemos que la próxima intentona lo deje, definitivamente, como se dice, “con las patas para arriba”
En su epitafio, convendría estampar esta leyenda: “En los últimos años se dedicó a tener más boca que calzón de vieja”
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